martes, 23 de septiembre de 2014

Federico Bracamonte, 28 años recorriendo el país

El Sr. Federico Bracamonte ingresó a la DNRPA el 15 de Septiembre del año 1986 “con la creación del Ente Cooperador ACARA”, nos dice. “Éramos un grupo nuevo de 20 personas aproximadamente, yo era el más joven de todos. El Dr. Mariano Durand, quien era el Director Nacional en ese momento, tenía el proyecto de crear un nuevo cuerpo de inspectores integrado por agentes de distintos Departamentos y parte de el nuevo personal que se estaba incorporando”.
¿Y cómo fueron tus primeros tiempos en el organismo?
“Recuerdo que realizamos un curso de varios días en el mismo despacho del Director y luego fuimos haciendo una serie de prácticas en distintas aéreas de la Dirección. Luego de esto, algunos de los futuros inspectores fuimos destinados al Registro Capital Nº 13, que se encontraba intervenido en ese entonces por el Dr. Horacio Cañavate, quien más tarde sería Jefe del Departamento Inspecciones —y hoy Encargado Titular de Quilmes Nº 4—. La experiencia fue realmente excelente, conocí muy buena gente que me enseñó el trabajo y de a poco me fui perfeccionando en la tarea del Registro”.
¿Desde ese entonces quedaste desempeñando tus funciones en ese Departamento?
“Sí, allí desempeñé siempre mis funciones, habiendo tenido la suerte de tener excelentes compañeros y jefes como el Dr. Eriberto De la Llave y el Dr. Marcelo Dellarossa, que fueron muy importantes en mi carrera. A lo largo de estos 28 años estuve a cargo de más de 20 Registros Seccionales de todo el país en carácter de Interventor y debo haber realizado no menos de 500 Inspecciones, Visitas, y Auditorias”.
Con esa vasta experiencia… ¿cuál creés que es el mayor logro del sistema registral en estos años?
“Creo que uno de los mayores logros, sin duda ha sido la informatización de los Registros Seccionales. En ese sentido, el Departamento Inspecciones nos brinda desde el año 2012 una herramienta llamada KIT de preparación de auditorías que nos permite acceder a determinada información de los trámites que ingresan en los Registros Seccionales de automotores y motovehículos, previo al comienzo de una auditoria. Seguramente en breve tendremos la posibilidad de acceder a los Registros Seccionales de MAVI”.
¿Y cuál te parece el mayor desafío, o la "asignatura pendiente" para el futuro?
“En lo que respecta a la tarea de control de los Registros Seccionales, el mayor desafió tal vez sea generar más cantidad y mejores controles”.
¿De dónde sos, y cuál es tu expectativa laboral hacia el futuro?
“Yo nací en la ciudad de Córdoba en el año 1965 y vivo en Buenos Aires desde los 4 años de edad. Mi expectativa laboral hacia el futuro es poder colaborar en la formación de nuevos inspectores que continúen haciendo la tarea que vengo realizando desde hace tantos años con el mismo entusiasmo y dedicación que pongo desde el primer día”.
¿Qué gestión de la Dirección te dejó mejor recuerdo? 
“Por distintas razones tengo un especial recuerdo por la gestión del Dr. Mariano Durand, quien me dio la oportunidad de ingresar a trabajar a la DNRPA y formarme en la tarea de Inspector e Interventor de los Registros Seccionales”.
¿Recordás alguna anédota, o algún acontecimiento especial sucedido en la Dirección que guste compartir con nuestro lectores?
“En el año 1988 fui Interventor de un Registro Seccional del interior de la provincia de Buenos Aires. Era un Registro que tenía muy poco movimiento de trámites, yo estaba solo, no tenía empleados. Recuerdo que no tenía teléfono de línea ni existían los celulares, en el edificio de al lado había una oficina de Rentas que sí tenía teléfono, así es que recibía llamadas y mensajes por su intermedio. Cuando recibía algún llamado dentro del horario de atención al público, cerraba con llave y colgaba una nota en la puerta que decía “VUELVO ENSEGUIDA”. Un día me fui a atender uno de estos llamados y cuando volví me encontré atado en la puerta del Registro, ¡un cabrito! que tenía un cartelito que decía ´gracias Sr Bracamonte por la buena atención del Registro´. Me pasé toda la tarde buscando al dueño para devolverlo, mientras lo cuidaba una vecina del Registro. Esa noche el cabrito volvió a su corral con su dueño y yo no volví a atender llamados telefónicos dentro del horario de atención al público… por las dudas que me dejaran algún otro regalito...”

Alejandro Puga

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