Viejo militante del radicalismo, Ernesto Niederhauser hizo sus primeros pasos en funciones oficiales al ser electo Concejal en 1951 por su partido en el distrito de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires. Durante el gobierno nacional de Arturo Illia fue nombrado director de la Caja de Previsión del Estado y en el mes de marzo de 1966 fue designado para hacerse cargo del hacía pocos años creado Registro de la Propiedad del Automotor.
Ocupó la dirección del organismo durante escasos cuatro meses, hasta que el golpe de Estado del Gral. Juan Carlo Onganía lo obligó a regresar a su casa. "Durante mi gestión, el Registro estaba en un estado absolutamente embrionario. La Caja Nacional de Ahorro y Seguro cobraba los aranceles, funcionaba un solo Registro en la Capital Federal y un puñado de 20 Seccionales más en el Gran Buenos Aires", declaró en 1992 Niederhauser a la revista "Legajo C".
"La idea obsesiva, el objetivo inicial y absoluto en ese momento era la cobertura registral, el empadronamiento del parque automotor de todo el país", continuó cuando el periodista la preguntó por las asignaturas pendientes de su periodo. "Esa siguió siendo la meta durante años posteriores, y se cumplió durante la gestión del Coronel Carlos Martín Berrotarán y el Coronel Carlos Bertelloni"
"Al llegar al Registro me encontré con un conjunto de funcionarios muy dedicados al tema: Marcelino Alegre, Victor Manuel Acuña —hoy Encargado del Registro Seccional de Tres de Febrero Nº 2— y Lidia Poncetti —por entonces Jefa del Registro Nº 1 de Capital Federal—, entre otros: Lidia Poncetti era una directora de escuela jubilada, que llegó al Registro por ser cuñada de Ricardo Balbín. Lo primero que se le ocurre a uno es etiquetarla como la típica acomodada política, de esa fauna nacional que abunda tanto. Lo cierto es que en su caso particular todas las especulaciones quedaban desestimadas: por su eficacia, por su dedicación, y por su entrega a la función que le tocaba cumplir, como jefa del Estatal Registro Nº 1 de Capital".
(de Alejandro Puga en la Revista "Legajo C", Septiembre de 1992)
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