El Dr.
Marcos Filip es funcionario de la DNRPA desde el año 1980 y actualmente se
desempeña como Asesor Letrado en el Departamento Jurisdicciones Registrales. Muy amablemente, Marcos —habitual colaborador de
nuestra revista— nos contó en su misma oficina del organismo central que “desde mi punto de vista, el mayor logro de nuestro sistema registral
en lo referido a Automotores, es la informatización, que lo ha mejorado de
una manera cualitativamente superlativa. En 1986, éramos un mundo de teléfonos negros, plazos enormes, millones
de papeles y envíos por correo. Hoy, hay un mundo mucho mejor”.
Cuando le preguntamos sobre la asignatura que
considera “pendiente” para el futuro, Marcos nos afirma que “son varias”, haciendo referencia
a “la verdadera eficiencia en los
procedimientos y el verdadero respeto por los funcionarios en todos sus
niveles, por sus logros, por su capacidad, trayectoria y por sus méritos
comprobables. Laboralmente mi expectativa es que al Régimen Legal de la Prenda con Registro (bienes muebles no
registrables), el del leasing sobre bienes muebles no registrables y el de las
maquinarias agrícolas, viales o industriales autopropulsadas, se les otorgue el
lugar que sin duda merecen, en los aspectos orgánico-funcional, jurídico,
informático, entre otros”.
Habiendo ingresado al organismo bajo la gestión
del Dr. Gerardo Lo Prete, y habiendo transitado luego siete gestiones
posteriores, Filip nos dice que “por
razones personales, yo tengo un muy
grato recuerdo hacia la gestión de los Dres. Jorge Landau y Miguel Gallardo”.
Ya interpelado por sus anécdotas, Marcos nos
cuenta que “en el año 1984, entre los
meses de abril y diciembre, me tocó ser co-interventor
de un Registro Automotor de Capital, en el edificio que por entonces poseía
el Ministerio, en las calles Oro y Cerviño. ¡Tenía más de 45 mil legajos! y había un trabajo impresionante, a
toda hora, todos los días. Era la
época en que había entrado en vigencia. hacía poco, la Ley 22.977, y llovían
las peticiones de transferencia en todos los Registros del país”.
“Compartí esa tarea con Carlos Coppini, el inolvidable y querido Manuel Elesgaray —hoy fallecidos— y el ex-inspector Horacio
Martínez. Fue un crecimiento en lo personal y profesional muy grande y en
poco tiempo. Recuerdo el frío de locos que pasábamos, cómo nos las ingeniábamos
súper abrigados, las pilas interminables de legajos para revisar y firmar, el
afecto y la capacidad de trabajo de Yolanda La Russa de Gagliardi y Cristina
Grillo y las tazas de té o mate que hacían más llevaderas y tibias las tardes”.
Nostálgico, finaliza comentándonos que “claro que hay más, mucho más, sin dudas...”
No hay comentarios:
Publicar un comentario